La salsa no ha sido vencida ni por otros ritmos musicales, pues su
auge es a un mayor y esto lo demuestra los conciertos y eventos que se han
realizado en los últimos años, demostrando que ahora la capital de la salsa es
Bogotá.
Si bien es cierto Cuba y Puerto Rico son los países que más han
contribuido con el desarrollo de la salsa en todo el mundo.
nadie pude desconocer que Colombia
sido un aliado importante para que este género se mantenga vigente en los
corazones del salsero durante las cinco últimas décadas.
En Colombia, en las décadas de los 60 y 70, la salsa se definió
como un elemento de identidad popular urbana de sectores sociales específicos.
En ciudades como Barranquilla, Cali, Cartagena y Buenaventura se
adoptó como música propia.
La presencia de la cultura afrocolombiana en la configuración
social de esas ciudades, el surgimiento de barrios populares a raíz de los
procesos de urbanización y el papel de los medios de comunicación en la
difusión de la música afroantillana son algunas de las razones
histórico-culturales que permitieron el arraigo del nuevo ritmo en las urbes
con mayor presencia de descendientes de africanos en el país.
Los estaderos se volvieron un templo para los salseros, el sitio
de reunión para disfrutar de esta música, mientras que las emisoras se
convirtieron en el vehículo publicitario para su divulgación.
Y es que el aporte colombiano a la salsa ha sido completo:
cantantes, arreglistas, músicos, compositores, productores y hasta bailarines.
Este artículo hace un merecido homenaje a estos músicos y cantantes que durante
décadas nos han hecho vivir momentos especiales por su talento.
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